Gracias a la fibra óptica podemos transportar la luz solar desde el tejado de un edificio hasta los lugares mas recónditos.

El sistema es simple. Se colocan en el tejado o el las fachadas, unos paneles que captan la luz solar. Los paneles tienen dispositivos que les permiten orientarse, siguiendo al Sol.

La luz viaja por por unos capilares de fibra óptica. La fibra óptica es un conductor de ondas en forma de filamento, generalmente de vidrio. En el interior de la fibra óptica, la luz se va reflejando contra las paredes en ángulos muy abiertos, así incide sobre la superficie externa y se refleja hacia el interior de la fibra, de forma que se podría decir que avanza por el centro. Gracias a ello, la luz puede transmitirse a larga distancia reflejándose miles de veces.

Por último existe una luminaria que sustituiría las luminarias normales. Se pueden combinar tanto el método tradicional de luminarias eléctricas con este, de manera que la cantidad de luz que en las estancias sea siempre la misma independientemente de las condiciones meteorológicas en el exterior.

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